Hoteles en Fráncfort
Descubra Fráncfort
Mosto y acciones, ferias y museos – esos cuatro lemas no son lo único que la vibrante urbe Fráncfort del Meno le ofrece a sus visitantes.
Fráncfort del Meno, con sus 700.000 habitantes es la ciudad más grande del estado federado de Hesse y recopila una interesante historia. El nombre proviene de la primera época de la Edad Media, cuando los francos usaban un vado sobre el Meno, que recorre la ciudad como si de una cinta azul se tratase e invita a pasear por sus orillas. Más, tarde en la Alta Edad Media se escogían y coronaban ahí los reyes germanos.
El salón imperial en la zona vieja de Fráncfort recuerda todavía esa época. En 1848 se reunión ahí el primer Parlamento elegido democráticamente de Alemania en la iglesia Paulskirche (Iglesia de San Pablo). Pero hoy en día Fráncfort es conocida sobre todo como ciudad de ferias y exposiciones y por su importancia en el sector bancario. Los rascacielos, en los que residen las sedes de las empresas financieras son un auténtico punto de mira y el motivo de su apodo «Bankfurt» (Bank = banco; e.d. vado de bancos, no vado de francos).
Incluso Richard Wagner, Peter Tchaikovsky y Heinrich Hoffmann von Fallersleben tomaron las aguas en Bad Soden. Gracias a sus manantiales curativos, Bad Soden es uno de los balnearios y balnearios más populares desde el siglo XIX. Déjese hechizar por el encanto de esta ciudad impregnada de tradición.
Por un lado, metrópolis financiera europea; por otro, punto de encuentro de amantes del arte y la cultura: conozca la diversidad de Fráncfort. Situado en medio de una tranquila zona boscosa y, sin embargo, en el pulso de la ciudad internacional de ferias comerciales, el H4 Hotel Frankfurt Messe es el lugar perfecto para mimarse después de un largo día.
Situado en la vertiente sur del Taunus, durante su estancia con nosotros podrá combinar fácilmente el descanso en el campo con viajes a la metrópoli financiera y comercial. En pocos minutos en coche podrá llegar a Fráncfort y al centro de exposiciones, así como al aeropuerto y a Wiesbaden, la capital del estado federado.
Wiesbaden une de un modo característico el encanto cosmopolita con una agradable atmósfera de balneario. Los visitantes disponen de numerosos puntos de interés como el imponente balneario, el palacio Erbprinzenpalais o el Schloss Bieberich. Tras un excitante día cultural puede disfrutar de relajación pura en nuestro oasis de bienestar «Römerbad».
Situado al noroeste de Fráncfort, a los pies de las montañas Taunus, Eschborn es tan popular entre los viajeros de negocios y culturales como entre los veraneantes: Alójese en el H+ Hotel Frankfurt Eschborn con un agradable confort y un delicioso desayuno bufé y salga de excursión por las montañas o a reuniones, visitas turísticas y compras en Frankfurt: puede llegar en 20 minutos.
Ciudad de museos
Lejos de ese ajetreado jaleo Fráncfort se ha convertido en uno de los emplazamientos más importantes de museos y cultura. Con la asociación cultural francfortesa (Frankfurter Kunstverein) en el centro histórico de la ciudad, el Monte de los Romanos (Römerberg), y el cercano Museo Schirn puede encontrar dos museos de arte moderno de importancia transregional.
En la orilla de los museos (Museumsufer) directamente en el Meno, están el Museo Alemán de Arquitectura (Deutsche Architekturmuseum) y el Museo Alemán de Filmografía (Deutsche Filmmuseum). Pero Fráncfort también está preparada para los amigos del teatro: Los escenarios francforteses con su Teatro (Schauspielhaus) y la Ópera y numerosos escenarios menores presentan entretenimiento variado de alto nivel. En el edificio de la Ópera se celebra cada año el Baile de la Ópera Francfortés (Frankfurter Opernball), al que acuden visitantes de renombre de todo el mundo.
Mosto y salsa verde
Para conocer mejor a Fráncfort y a sus habitantes, debería realizar una excursión al barrio residencial Sachsenhausen. Se caracteriza por numerosos locales idílicos en los que se suelen ofrecer actuaciones musicales en directo. Ahí encontrará la proverbial comodidad francfortesa.
Parte imprescindible de esa comodidad es un vaso de mosto hesés, que se sirve tradicionalmente en jarras de cerámica. Los huéspedes lo acompañan con «Handkäs mit Musik», un queso tradicional con leche agria que se sirve con un escabeche de vinagre, aceite, pimienta y sal.